Para practicar el kyudo, se debe tener un buen maestro.
El kyudo no se puede aprender de un libro, el entendimiento y la orientación de un maestro o profesor cualificado son inestimables conforme uno progresa por el camino del kyudo.
Sep Overlaet nació cerca de Amberes en 1950. Estudió Aikido durante seis años en Bélgica antes de ir a Japón en 1978 para estudiar las artes japonesas tradicionales.
En Osaka continuó sus estudios de Aikido, entrenando varias horas diarias bajo la dirección de Steven Seagal Sensei. Buscando una comprensión más profunda de Aikido, conoció a Seiji Tomita Shihan en 1983, y se convirtió en uno de sus deshi (aprendiz) más cercanos.
Tras estudiar en Japón durante casi ocho años, Sep Sensei vuelve a Europa en 1986 para trabajar en la escuela Shi-Tennoji en Reino Unido, un colegio internado japonés en Inglaterra, donde impartió clases de inglés, Kyudo y música. También abrió un dojo de Aikido y enseñó durante 15 años.
En 1981, con su mujer, Geertje, comenzó el estudio de Kyudo en Japón en el dojo de Osamu Takeuchi Sensei, Hanshi, 9º Dan, donde consiguió el título de enseñanza oficial de Renshi, 5º Dan. En 1988 fue invitado a España para ayudar a poner en marcha el Kyudo. Desde entonces Sep y Geertje han sido los principales instructores de la Asociación Española de Kyudo, impartiendo seminarios por todo el país.
En 2005, Sep fue invitado de vuelta a Japón para enseñar en la Universidad Internacional Budista de Osaka. En Japón, inicia el estudio del Sado(ceremonia de té). En 2007, tras mudarse a España, Sep fue nombrado presidente de la Asociación Española de Kyudo y fundó el dojo byakko de Aikido.
En 2008, tras considerarle sensei Tomita como graduado, abandona la escuela de aikido Bansenjuku para continuar por su propio camino, actualmente, está viviendo en Aranjuez, donde enseña Aikido y Kyudo, y practica la ceremonia de té..
¿Que es Kyudo?
Kyudo significa literalmente “Camino del Arco”, entendiendo como camino una Via de desarrollo personal, es el arte japonés de la arquería y es un arte marcial.
Murakami Hanshi dice que: “el kyudo comprende la técnica y el espíritu. El kyudo no puede existir sin la técnica, pero no puede existir con la técnica únicamente. La técnica y el espíritu deben de estar unidos como las hebras trenzadas de una misma cuerda”.
El acto físico de tirar no puede estar disociado de la mente y del espíritu y no puede haber dicotomía entre la mente y el cuerpo o entre la técnica y el espíritu.
Se practica sin adversario, y se puede considerar como un combate contra uno mismo, convirtiendose la diana o "mato" en el espejo del alma del arquero.
Murakami Hanshi dice que: “el kyudo comprende la técnica y el espíritu. El kyudo no puede existir sin la técnica, pero no puede existir con la técnica únicamente. La técnica y el espíritu deben de estar unidos como las hebras trenzadas de una misma cuerda”.
El acto físico de tirar no puede estar disociado de la mente y del espíritu y no puede haber dicotomía entre la mente y el cuerpo o entre la técnica y el espíritu.
Se practica sin adversario, y se puede considerar como un combate contra uno mismo, convirtiendose la diana o "mato" en el espejo del alma del arquero.
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